Como si fuera la orilla de una playa mientras baja la marea, así quedaron varias partes del desierto de Arabia Saudita, debido a la fuerte lluvia que cayó en la provincia de Riad. Varios pastores luchan por guiar y calmar a un rebaño de asustados camellos que intentaban caminar por la arena convertida en pantano.
Desde hace días las torrenciales lluvias han cambiado el clásico paisaje desértico en varias partes de Arabia Saudita.