El grupo de investigación Sólidos no cristalinos de la Universidad de Sevilla, en colaboración con la Universidad Técnica de Darmstadt (Alemania) han demostrado cómo obtener sistemas de refrigeración más eficientes y con menor impacto ambiental. Estos avances permitirán controlar la temperatura de cualquier espacio con un menor impacto medioambiental, gracias a la reducción de emisiones de gases, así como producir vehículos eléctricos con mayor autonomía, debido al menor consumo de su sistema de aire acondicionado.
Los autores, que publican su estudio en la revista Nature Communications, plantean un nuevo método cuantitativo para determinar el orden de las transiciones de fase termomagnéticas. El conocimiento de las características de una transición de fase (cambios de solido a líquido o gas, por ejemplo) tiene importantes aplicaciones en tecnología, en campos que van desde la transformación de energía hasta los sistemas de almacenamiento de información.
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