Los pintores a cargo del mural que formará parte de la JMJ destacan la reflexión que intenta transmitir la obra en el ámbito de la cita religiosa.  Concentrada mirando el lienzo, con un delantal para no mancharse la ropa y en completo silencio, la panameña Maritza Camargo desliza con agilidad el pincel sobre la tela en una pequeña sala reconvertida en taller de pintura en ciudad de Panamá.

La confección del mural surge como una donación artística. Por un lado, los alumnos donaron su tiempo de clases con el maestro Delgado y su talento, y la tienda Artec cedió el material de alta calidad (60 litros de pintura acrílica).  El grupo de pintores contó con artistas en diferentes niveles de aprendizaje, pero todos expusieron el año pasado en Multiplaza los resultados del taller pictórico con positivas y buenas apreciaciones del público. Incluso algunos vendieron allí sus obras. Una vez pase la JMJ, el mural será desmontado y se evalúa la posibilidad de colocarlo en un sitio fijo   para la apreciación del público nacional.  El mural presidirá la última misa que oficiará el papa Francisco durante la JMJ.

AFP