Se entrenan como verdaderos atletas, juegan durante las clases y esperan dedicarse a la profesión de sus sueños. Bienvenidos a la Gaming Academy de Lyon, una escuela francesa que forma a jugadores profesionales de videojuegos, un mercado en plena expansión.

Como sus seis compañeros de promoción en esta escuela, que abrió sus puertas en otoño de 2018, Jérémy Joseph, de 20 años, se gastó casi 8.000 euros en esta formación de dos años. Un “certificado de atleta e-sport de alto nivel” todavía no reconocida por el sistema de educación nacional. Su objetivo: incorporarse cuando se gradúe a un equipo de estos nuevos deportistas en el campo de juego virtual. Los más talentosos pueden ganar decenas, o incluso cientos de miles de euros cada año en patrocinio y dotaciones de torneos.

Francia ya tiene varias escuelas que forman a e-deportistas. El país representó en 2018 al tercer mercado europeo del e-sport, con 30 millones de dólares, por detrás de Rusia (52) y Suecia (43), según un estudio financiado por PayPal. En 2018, Francia contaba con más de 5 millones de espectadores de e-sport (en internet, por televisión o en eventos), el 77% de los cuales tenían entre 13 y 34 años, según el instituto Médiamétrie.

 AFP