Al aprovechar los nutrientes de la roca madre, los árboles de aliso rojo (‘Alnus rubra’) desempeñan un papel clave en los ecosistemas de bosques saludables. Investigadores de la Universidad Estatal de Oregón y el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) determinaron que el aliso rojo, a través de su relación simbiótica con bacterias fijadoras de nitrógeno, aprovecha los nutrientes que están atrapados en el lecho de roca, como el calcio y el fósforo.
Este proceso acelera la disolución de la roca y libera más nutrientes minerales que permiten que las plantas y los árboles crezcan. El estudio, publicado en PNAS, aborda las implicaciones a largo plazo de cómo los nutrientes se abren camino en los ecosistemas, que sostienen su crecimiento y productividad a largo plazo y, en última instancia, almacenan carbono, dice Julie Pett-Ridge, geoquímica del Colegio de Ciencias Agrícolas de OSU y coautora del estudio. La investigación también promueve la comprensión de un conjunto específico de árboles que son conocidos por su capacidad para fertilizar naturalmente los bosques al convertir el nitrógeno atmosférico en formas disponibles para otras plantas. Este proceso, llamado fijación de nitrógeno, es esencial para los ecosistemas naturales.
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