La extracción de minerales para la fabricación de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos ha ocasionado millones de pérdidas de vidas humanas en el mundo y daños a los ecosistemas y a la biodiversidad de varios países, alertó  el Instituto Jane Goodall, según publica la agencia internacional EFE.

Este centro, que dirige la primatóloga y premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2003, informó en un comunicado que en las últimas dos décadas solo en la República Democrática del Congo, la explotación de minerales para los mencionados usos ha provocado unos 6 millones de víctimas, tres millones de desplazados y refugiados, innumerables violaciones contra mujeres y niñas, deforestación y destrucción de la selva, y matanza de especies en riesgo de extinción.

Afirma que la explotación de esos recursos naturales está en manos de grupos militares que luchan por el control del territorio para su financiación, provocando graves daños a la población y al medio ambiente.

El Instituto Goodall explica que minerales como el coltán, el tungsteno y la casiterita están entre los componentes de mayor demanda para la fabricación de móviles y dispositivos electrónicos, muchos de los cuales podrían ser recuperados y reutilizados, aunque hay escasa concienciación sobre el reciclaje de terminales móviles en todo el mundo.