Unos 550 campesinos convirtieron este domingo a Medellín en un colorido jardín al cargar en sus espaldas enormes arreglos florales durante la edición 62 del Desfile de Silleteros que cerró ante la mirada de 800.000 espectadores la Feria de las Flores.
Luego de pasar los últimos días elaborando con flores delicadas piezas, los artesanos exhibieron sus creaciones para tapizar las calles de la urbe colombiana en un recorrido de dos kilómetros al ritmo de los aplausos y del canto de «vuelta, vuelta» que en cada tramó soltó la multitud.
«Este desfile es el corazón y el alma de la feria», dijo a Efe la secretaria de cultura de Medellín, Lina Botero, y agregó que quienes viven esta celebración identifican «la importancia que tiene para la cultura antioqueña y la tradición campesina».
EFE