Por fin un aire acondicionado al alcance de todos los bolsillos. Siempre se ha dicho que la necesidad agudiza el ingenio y esto es un ejemplo de ello. Después de la ola de calor que está sufriendo España nos podemos remotamente imaginar lo que se puede llegar a sentir en una casa de hojalata con tejado de plástico cuando la temperatura sube a 45 grados durante todo el verano, como en Bangladés o Singapur. Para ellos ha nacido Eco-cooler.
Unas cuantas botellas de plástico de dos litros vacías y una placa de cartón son suficientes para construir un aire acondicionado capaz de bajar la temperatura cinco grados. Casero, eficiente, con materiales reciclados y muy accesibles para la población, 100% ecológico, sin necesidad de electricidad para funcionar, eficiente y fácil de construir. No se puede pedir más.
A este sistema se le ha llamado el aire acondicionado de los pobres. Lo puede construir cualquiera con materiales de la calle y lo más importante, no necesita de electricidad a la que muchos no tienen acceso, ni pueden pagar. Parecen pocos grados, pero hay una gran diferencia entre dormir a 30 grados o dormir a 25.
El invento fue desarrollado por Ashis Paul, el director creativo de Grey Dhaka, la rama bangladesí de la agencia publicitaria americana Grey. La idea se le ocurrió estudiando física con su hija, cuando vio que el gas cuando se expande enfría. Este aire acondicionado funciona con la técnica de enfriamiento adiabático, que consiste en reducir el calor a través de un cambio en la presión del aire causado por la expansión del volumen. Más fácil: “Si quieres comprobarlo sopla aire en la mano con la boca abierta, el aire está caliente. Si ahora lo haces con los labios fruncidos el aire es más frío. Simple”. El mismo principio que usamos cuando soplamos para enfriar la comida.
El País