Ser copropietario de la granja del barrio, elegir lo que se va a producir e ir en bicicleta a hacer las compras cada semana es la idea de un proyecto nacido en Holanda que busca ser una respuesta al desafío del cambio climático.
A 2,6 km de Boxtel, comuna de unos 30.000 habitantes en el sur del país, la imagen podría parecer tradicional: campos, invernaderos, aves, cerdos y vacas; y en el medio, una vivienda móvil ecológica que sirve de oficina y cocina para el campesino. Salvo que la granja no le pertenece a él, sino a 200 familias de Boxtel, en el Brabante. Se trata de un «Herenboerderij» («granja señorial»), modelo de granja colectiva única en Holanda, creada por el emprendedor Geert van der Veer, de 42 años y graduado de la Escuela Superior de Agricultura de Bois-le-Duc.
«Algo debe cambiar de manera fundamental en nuestro sistema de producción y en nuestra forma de alimentarnos si queremos conservar los pies secos», explica a la AFP.
Un cuarto de su país está ubicado bajo el nivel del mar, lo que lo vuelve particularmente vulnerable al calentamiento global y a la esperada alza del nivel de los océanos. Con el objetivo de reducir la emisión de carbono de la producción agrícola, nada como consumir de manera local y reducir el derroche alimentario, recurriendo a un granjero que planta lo que se necesita y cría los animales elegidos para la carne.
AFP