Muchas personas no saben cómo enfrentar la muerte de sus mascotas. Algunas, incluso, por el miedo a que se vayan escogen la opción de disecarlas. Otras prefieren clonarlas. Ese es el caso de Ajo, el primer gato que se clonó en China. Sinogene, una empresa de Pekín, fue la encargada de lograr la hazaña. Siete meses después de la muerte de su gato, llamado Ajo, su propietario, Huang Yu, tuvo la alegría de volverle a ver en forma de un gatito gris y blanco.
«Se parece en más de un 90%», asegura este joven chino de 23 años, que espera que el gato, nacido en julio de una gata portadora, tendrá la misma personalidad que el original. Ajo es el primer gato clonado por Sinogene, una empresa que desde 2017 ha clonado a unos 40 perros. Este avance científico podría llevar a clonar a otros animales, como los pandas.
En China, los propietarios de animales de compañía, con frecuencia traumatizados por la muerte de su mascota, están dispuestos a pagar los 250.000 yuanes (35.000 dólares) que cuesta clonar un gato o los 380.000 (53.000 dólares) por un perro. En las últimas décadas los chinos se han aficionado a las mascotas, que estaban prohibidos durante la época de Mao.
El Espectador