Los corredores biológicos, que abarcan el 33 % del territorio de Costa Rica, son un puente de conservación de la biodiversidad en este país y además contribuyen al desarrollo sostenible de las comunidades rurales.
Los corredores biológicos, de los cuales hay 44 en el país y usualmente ubicados entre dos áreas núcleo, sean parques nacionales o reservas, han servido para proporcionar conectividad entre los paisajes, ecosistemas o hábitats para distintos animales y asegurar el mantenimiento de la biodiversidad del país.
«Los corredores han permitido que las personas mejoren su calidad de vida, los recursos se protegen mejor y se vuelva una manera sostenible de conservar. Se trata de un puente muy diverso, se puede encontrar de todo, son sitios de transición y lo que tenemos que fomentar es que la gente sea consciente de que podemos compartir el mismo espacio», afirmó a Efe la guardaparques y encargada del programa social del Sinac del Parque Nacional Volcán Tenorio, Adriana Chavarría.
El Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) indica que los corredores biológicos son la segunda estrategia de conservación más importante en cuanto a territorio y alcance, ya que suma 128 rutas de conectividad y un total de 15.997 kilómetros cuadrados.
EFE