La historia panameña es rica y a través de los años existen personajes que han escrito su nombre con letras de oro. Sus restos mortales yacen en sitios que son atractivos y visitados por turistas, científicos e historiadores.
Bajo el piso de las iglesias de Casco Antiguo se halla el sepulcro de personajes históricos, como es el caso de la Catedral Metropolitana, donde se encuentra Manuel José Hurtado, padre de la instrucción pública en Panamá y los arzobispos de Panamá. A pocos metros está el Cementerio Amador, guardián de Justo Arosemena, Fermín Naudeau, Narciso Garay, Carlos A. Mendoza, entre otros ilustres de la Patria. Hacia el sur de esta locación se ubica el mausoleo del General Omar Torrijos Herrera, el cual es frecuentado por muchos extranjeros, al estar sentado en la entrada de la Calzada de Amador. Finalmente, a pocos minutos, el cementerio de Corozal, el cual alberga los restos de quienes trabajaron durante la construcción del Canal desde 1904.
Cada una de estas estructuras requiere preservación y divulgación.