Los ciervos rojos que viven en la isla de Rum (costa oeste de Escocia) dan a luz cada vez antes, pero no se debe solo al aumento de las temperaturas, como ya se sabía, pues ahora se ha descubierto que también influye el cambio genético debido a la selección natural. Un estudio que publica este martes la revista PLOS concluye que el ciervo rojo «está evolucionando», para lo que se basa en datos de campo y genéticos recogidos durante 45 años por expertos de las universidades de Edimburgo, Saint Andrews y Cambridge con la colaboración de la Universidad Nacional Australiana.
Desde la década de los ochenta, las ciervas de Rum dan a luz cada vez antes, a un ritmo de unos tres días por década, lo que se debe, en parte, al efecto inmediato que el aumento de las temperaturas tiene en el comportamiento y la fisiología de esos animales. Las ciervas paren cada año una sola cría y las que lo hacen antes tienen más crías a lo largo de su vida.
El estudio señala que se debe, en parte, a que los genes que hacen que las ciervas tengas sus crías cada vez antes también incrementan el éxito reproductivo de los animales que dan a luz y como resultado «los genes para la cría temprana se vuelven más comunes con el tiempo». A medida que el clima cambia en todo el mundo se han ido documentado otros casos de animales y plantas que avanzan sus tradicionales momentos de reproducción.
Sin embargo, este estudio es uno de los primeros que «demuestra el papel de la evolución darwiniana (es decir, el cambio genético por selección natural) en el avance de la sincronización de la reproducción», explica un comunicado.
EFE