En plena Amazonía brasileña, bañada por el río Tapajós y entre los ancestrales árboles que dan vida a la selva, se levanta una escuela peculiar sin salones cerrados, ni tableros, en la que es posible aprender a valorar la biodiversidad en medio de la naturaleza. En este espacio, donde el tiempo pasa lento y el trinar de las aves acompaña el caminar, un grupo de expertos se arma de creatividad para explicar de forma lúdica la importancia del medio ambiente. La mayoría de los visitantes son estudiantes, pero no solo llegan de colegios de la zona.
A la «Escola da floresta» asisten niños de instituciones educativas de diferentes regiones del país y hasta de otras naciones que se desplazan miles de kilómetros para conocer de primera mano los saberes que trae consigo la madre naturaleza. Esta aula al aire libre ha recibido estudiantes de Francia y Estados Unidos y visitantes de países como Argentina y Japón.
Alumnos entre los 3 y los 15 años de edad son el público más regular de esta escuela a cielo abierto que también es visitada por profesores, universitarios, investigadores y turistas que encuentran en esta iniciativa un espacio para la concientización ambiental.
EFE