Vientos huracanados han provocado este viernes en el sudeste de Australia la fusión de dos enormes incendios, convirtiéndolo en un gigantesco fuego que asola un territorio equivalente a cuatro veces la superficie de la ciudad de Nueva York, mientras miles de manifestantes exigían acciones contra el cambio climático.
«Las condiciones son duras hoy. Los vientos cálidos y secos vuelven a constituir un verdadero desafío» afirmó Shane Fitzsimmons, jefe de bomberos en las zonas rurales de Nueva Gales del Sur, tras algunos días de relativa calma.
Como se temía, las temperaturas han subido este viernes hasta los 40 ºC en varias partes del Nueva Gales del Sur y del vecino Victoria, donde se han unido dos fuegos para formar otro «megaincendio».
Australia padece desde septiembre una catastrófica crisis de incendios forestales.
AFP