Emmanuel Macron propone “reinventar” el “sector” y las “industrias de la cultura” francesa, para combatir la pandemia del coronavirus, con una ambición europea de resistencia contra los “predadores” chinos y norteamericanos, percibidos como una amenaza potencial. Se esperaba un “plan de ayudas” a la cultura nacional, del libro a los museos pasando por el cine, la creación artística y musical.

Tras un debate “vídeo a vídeo” con una docena de representantes de los mundos culturales franceses, el presidente de la República presentó un proyecto de “reinvención”, que comporta ayudas directas pero esboza un nuevo modelo de acción cultural del Estado, más sensible a la iniciativa privada.

De entrada, museos, librerías, centros de cultura, comenzarán a abrir, “escalonadamente”, a partir del próximo 11 de mayo. Pero todos los grandes museos nacionales (Louvre, etcétera) deberán “concertar” sus posibles aperturas con las autoridades sanitarias. Y no está clara ninguna fecha general. “Paso a paso”. “Museo a museo, grandes y pequeños”. A partir de la semana que viene, así mismo, podrán volver a celebrarse pequeños festivales y actividades con reuniones de menos de 1.000 personas. A finales de mayo se estudiará la posibilidad de nuevas aperturas.

A juicio de Macron, todavía es pronto para poder “saber” cuándo podrán volver a abrir sus puertas teatros, cines, óperas. Se estudiarán diversas modalidades. Pero todavía parece lejana esa reapertura general de los espectáculos públicos en grandes recintos culturales.

Ayudas

En el terreno de las ayudas, el presidente de la República confirma grandes acciones de naturaleza distinta a la tradicional. Medianas, pequeñas y muy pequeñas empresas del mundo de la cultura (librerías, galerías de arte, etcétera) podrán acogerse al Fondo de solidaridadconsagrado al resto de las empresas de todo tipo de sectores, anunciado a primeros de marzo: 1.000 millones de euros para el conjunto de las pequeñas y muy pequeñas empresas francesas.

Pero, ojo, a ese fondo pueden aspirar más de 600.000 empresas, de los bares y restaurantes a los comercios no alimenticios y el turismo. La pequeña empresa cultural podrá recibir ayudas y créditos especiales, pero en un marco “no protegido” particularmente. Mucho más directamente, otros 22 millones de euros estarán consagrados muy especialmente al Centro nacional del libro (CNL), el CNC (Centro nacional del cine y la imagen animada) y el Centro nacional de la música (CNM).

Se trata de un aparente cambio de doctrina nacional: el sector de la cultura tiene un trato particularizado; pero las ayudas responden a criterios más “empresariales”, en apariencia. A las distintas categorías de trabajadores en oficios y profesiones artísticas, Macron propone dos tipos de ayudas directas e indirectas.

Se lanzará un gran programa de encargos públicos, destinados a creadores de menos de treinta años: escritores, pintores, artistas visuales y el conjunto de los oficios y artísticos podrán recibir ayudas concretas para realizar proyectos y creaciones concretas. Se verá más tarde el alcance presupuestario del fondo.

Los trabajadores intermitentes en todos los sectores culturales (teatros, espectáculos, músicos, actores, etcétera) podrán beneficiarse de ayudas directas e indirectas (fiscales) para intentar afrontar la crisis generalizada de todos los sectores. El Ministerio de Cultura irá matizando la totalidad de las ayudas directas e indirectas que irán escalonando el Gobierno.

En su presentación del proyecto, Emmanuel Macron insistió en la dimensión europea: “Los artistas y creadores deben contribuir a reinventar y refundar el puesto de la cultura y su ambición cultural en nuestra nación. En el terreno de la creación también debemos insistir en su dimensión europea. Debemos relanzar la cooperación y las coproducciones europeas. Necesitamos una Europa de la cultura fuerte, para defender nuestra credibilidad nacional y la creatividad europea. Debemos defendernos contra los predadores chinos y norteamericanos que tienen otros modelos”.

Fuente: ABC