En las últimas semanas, J.K. Rowling ha protagonizado una intensa polémica por su posición con respecto a la transexualidad, una postura que en el pasado hizo que la escritora llegara a retirarse de Twitter, donde cuenta con 14,5 millones de seguidores. Todo empezó cuando, el pasado sábado, la creadora de Harry Potter compartió, a través de un tuit, un enlace a un artículo titulado “Opinión: Creando un mundo post-Covid-19 más igualitario para la gente que menstrúa” e ironizó con que “esa gente que menstrúa” “solía tener un nombre”, en alusión a la mujer. Ese comentario fue considerado por algunos usuarios y organizaciones como discriminatorio hacia otras personas que también pueden menstruar, como la gente transgénero o de género no binario, y también hacia las mujeres que por algún motivo no tienen el periodo.
Entre las críticas recibidas, destaca la de Daniel Radcliffe, actor que dio vida al joven mago en la adaptación cinematográfica de la saga de Rowling. El intérprete británico publicó un comunicado en la página web de The Trevor Project, una organización de prevención del suicidio dentro de la comunidad LGTBI, en el que aseguraba que espera que los comentarios de Rowling no “contaminen” la saga de Harry Potter. Radcliffe dijo que las mujeres transgénero “son mujeres” y “cualquier declaración en sentido contrario borra” su “identidad” y “dignidad”, y precisó que se había sentido “obligado a decir algo”, porque la escritora ha sido responsable del “curso que ha tomado su vida”.
Pero, lejos de amainarse, parece que la polémica por las palabras de Rowling está cada vez más viva y ha llegado, también, hasta la industria editorial. Según publica “The Daily Mail”, algunos trabajadores del grupo Hachette, encargado de publicar el próximo libro infantil de la autora, han mostrado su desacuerdo con la decisión. Al parecer, en una “acalorada” reunión algunos integrantes de la división infantil de Hachette dijeron que “ya no estaban preparados para trabajar en el libro”, según una fuente que estuvo presente y a la que ha tenido acceso el mencionado periódico británico. Se da la circunstancia de que Hachette es también el grupo que debía haber publicado las memorias de Woody Allen en Estados Unidos, pero finalmente se echó atrás y canceló su salida ante la presión recibida por sus trabajadores debido a las acusaciones de acoso sexual hechas por la hija del cineasta.
Según esta fuente, los trabajadores “dijeron que se oponían a sus comentarios y que querían mostrar su apoyo al lobby trans. Es gente muy despierta, principalmente veinteañeros o al comienzo de la treintena, y aparentemente es un tema que les preocupa mucho”. Otra fuente del grupo aseguró, sin embargo, que se trata sólo de “un puñado de personal y tienen derecho mantener sus puntos de vista. Si se les pidiera editar un libro sobre abuso doméstico y fueran supervivientes del mismo, nunca se les obligaría a trabajar en él, por supuesto. Pero este es un cuento de hadas para niños. No es el fin del mundo. Todos tendrán conversaciones con sus jefes”.
Virago Press, el sello londinense de Hachette que publicará el próximo libro de Rowling, se caracteriza por editar obra de temática feminista, y entre sus autores figuran Maya Angelou, Beatrix Campbell o Angela Carter.
Fuente: ABC Cultura