Un truculento retrato del pintor español José de Ribera (1591-1652) fue subastado este martes en París por 1,8 millones de euros (2 millones de dólares), con gastos incluidos.
El cuadro “Un filósofo: el geómetra feliz” fue hallado en el oeste de Francia y autentificado por el gabinete de arte antiguo de Eric Turquin.
Una galería sueca se adjudicó la obra subastada por la casa Daguerre. Estaba estimado en entre 200.000 y 300.000 euros (225.000 y 338.000 dólares).
Ribera sólo tenía una veintena de años y estaba muy influenciado por Caravaggio cuando pintó alrededor de 1610 la obra. El artista, reputado sobre todo por sus retratos más tardíos, vivía entonces en Roma y no era todavía conocido como el gran pintor de Nápoles.
Al representar a un filósofo-geómetra con la ropa desgarrada, “Ribera provoca. Viene a decir que la inteligencia no está relacionada con la apariencia. Lejos de las representaciones estereotipadas de los grandes pensadores de la antigüedad, con su barba blanca y su noble apariencia, el artista prefiere representar a un viejo con arrugas, vestido con andrajos”, dijo a la AFP Stéphane Pinta, experto del gabinete Turquin, tras su hallazgo en la región de Bretaña.
El experto aseguró haber autentificado la obra debido al juego sutil de gris y blanco y al empleo de pastosidades y de un cepillo muy duro.
Este personaje, con sus orejas separadas, sus arrugas, su tez bronceada –algo que estaba mal visto en la época–, era un modelo profesional que Ribera representó en seis otras obras.
“Todos estos cuadros de la Contrarreforma buscan chocar al público. Es un arte de propaganda. Hay que mostrar la humanidad tal y como es en la calle, lejos de la humanidad elegante, distinguida”, según el gabinete Turquin.
Fuente: AFP