La Torre Eiffel, uno de los monumentos emblemáticos de París, reabrió muy parcialmente este jueves, tras un cierre de 104 días, con un éxito de público alarmantemente bajo, de entrada.

La Alcaldía de París y la empresa gestora de la Torre han montado un servicio publicitario especial, con mucha fotografía y “animaciones musicales”, intentando seducir a unos turistas todavía remisos a descubrir los encantos de la Torre, sin ascensores, a pie, desde los dos primeros pisos del edificio, tras más de setecientos peldaños, con máscara y una temperatura de más de 30 grados, entre sol y sombra.

Durante la última década, la Torre Eiffel ha sido visitada anualmente por 6 o 7 millones de turistas, unos 19.000 por día, con colas de varios centenares de metros, a la espera de contemplar una panorámica excepcional.

Hacia las diez de la mañana del jueves, una “orquesta” pertrechada con tambores afro brasileños intentaba “dar marcha” y ánimos a medio centenar muy corto de turistas esperados con generosas sonrisas por el numeroso personal de la Torre. Las puertas se abrieron al ritmo de una “batucada” (ritmo brasileño con influencias africanas), interpretada con mucho brío físico por la “orquesta” contratada para ofrecer un espectáculo gratuito.

Entre el medio centenar corto de animosos turistas no faltaban varias familias musulmanas, con señoras y señoritas luciendo lujosos velos islámicos, no siempre al tono de las máscaras y mascarillas de imprescindible rigor sanitario.

La Torre Eiffel ha venido perdiendo unos diez millones de euros mensuales, durante la pandemia. Tras la “batucada” de la reapertura, los gestores tienen previstas nuevas “iniciativas”, no menos coloristas, con el fin de reconquistar la clientela perdida.

Será necesaria mucha imaginación para devolver a la Torre el atractivo anterior a la pandemia. De momento, solo está abierta una parte, y no funcionan los ascensores: la subida de setecientos escalones puede tener un carácter muy disuasivo para no pocos turistas, sensibles o insensibles a las “batucadas”.

Las medidas sanitarias de rigor son muy estrictas. Los interesados deberán subir y bajar a pie, con mascarilla, respetando entre metro y medio y dos metros de distancia. Solo hay acceso a los primeros pisos de la Torre. La reapertura ha tenido otro punto “rojo”: París sufre este jueves y sufrirá los próximos días una ola de calor de cierta importancia, con temperaturas de 30 a 35 grados centígrados.

 

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