El dramaturgo Antonio Gala (Brazatortas, Ciudad Real, 1930) ha sido galardonado con el premio nacional de teatro Pepe Isbert, que concede la Asociación Nacional de Amigos de los Teatros Históricos de España (AMIThE), y que alcanza este año su vigésimo tercera edición. Por su parte, el otro reconocimiento que concede la asociación, el premio Gregorio Arcos, ha recaído en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria. La ceremonia de entrega -para la que todavía no hay fecha- será, según Javier López Galiacho, presidente de AMIThE, incluirá un homenaje especial a las víctimas del Covid-19.

Habitualmente otorgado a intérpretes y directores, Antonio Gala es el primer dramaturgo que recibe el premio Pepe Isbert. Es complicado que pueda acudir a recibirlo por su delicado estado de salud. Si no pudiese ser él mismo quien recogiese el premio, a Javier López le gustaría que el dirigente de la fundación Antonio Gala, José María Gala, estuviese presente en la gala para recogerlo.

Personalidad del mundo intelectual, Antonio Gala empezó en el teatro con la obra «Los verdes campos del edén», estrenada en 1963. Su último estreno fue «Inés desabrochada», puesta en escena en 2003. En total es autor de una treintena de obras, entre las que destacan «Los buenos días perdidos» (1972) y «Anillos para una dama» (1973). Ha cultivado también la poesía y la novela, con títulos tan populares como «La pasión turca» (1993) o «El manuscrito carmesí» (1990).

Javier López ha explicado que este premio fue creado con una «triple finalidad»: por un lado, dar apoyo al Teatro Circo; por otro, recordar a Pepe Isbert, uno de los actores más importantes de todos los tiempos y que da nombre al que considera uno de los premios «más codiciados que se entrega por una entidad privada en España»; y por último, difundir la necesidad de protección del patrimonio arquitectónico-teatral de España.

 

Fuente:  ABC Cultura