El comercio ilegal de especies no solo es un peligro para la biodiversidad, sino que supone también un riesgo para la salud humana, tal como muestra la actual pandemia del nuevo coronavirus, alertó este viernes Naciones Unidas.
Tres cuartas partes de las nuevas enfermedades contagiosas -como es el caso de la COVID-19- han sido transmitidas de animales a seres humanos, recuerda el Informe Mundial sobre Delitos contra la Vida Silvestre, difundido en Viena.
El documento analiza el impacto del tráfico ilegal de especies protegidas, un delito que mueve miles de millones de dólares cada año y que atrae al crimen organizado porque en muchos países las penas con las que se castiga son muy bajas.
La transmisión de enfermedades de animales a humanos se facilita, entre otras causas, por la destrucción del ecosistema y el comercio de flora y fauna salvaje, señala el informe.
«Los vínculos entre la crisis sanitaria global y la explotación ilegal de la naturaleza han estado en el foco desde que se sugirió que los ‘mercados húmedos’ que venden animales salvajes, en este caso el pangolín, pueden haber facilitado el paso de la COVID-19 a humanos», señaló la directora de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD), Ghada Waly.
El pangolín -vinculado por los científicos como uno de los orígenes del coronavirus- es el mamífero salvaje protegido más traficado del mundo porque en Asia se aprecia tanto su carne como sus escamas para la medicina tradicional.
La existencia de mercados ilegales con animales salvajes sin supervisión sanitaria supone un riesgo para la salud humana, subraya el reporte.
Fuente: EFE