Deborah Feldman es la autora y protagonista de “Unorthodox”, libro en el que se basa la serie de televisión del mismo nombre y en el que relata cómo se crió en la comunidad de judíos ultraortodoxos de Williammsburg (Nueva York), un libro con el que se convirtió “en algo similar a Hitler”.
“No solo escribí sino que hablé en televisión y me convertí a una categoría similar a la de Hitler o Goebbels porque para ellos difundí propaganda antisemita”, ha explicado este martes la escritora en un encuentro virtual con periodistas españoles y latinoamericanos por la publicación en español de esta novela (Lumen).
Feldman creció en una familia da la comunidad jasídica Satmar, que surgió tras la Segunda Guerra Mundial en un barrio de Brooklyn, bajo un estricto control y férreos códigos de normas religiosas, donde la literatura está prohibida. Los Satmar hablan en yiddish y su uso es otra manera de no asimilarse y de distinguirse de los gentiles.
La autora, que ahora vive en Berlín con su hijo, comenzó desde adolescente a leer libros “prohibidos” para su comunidad como “Orgullo y prejuicio”. Ella era diferente y así se lo hacían notar constantemente porque era hija de padres divorciados, “artículos defectuosos”, y había sido criada por sus abuelos.
Tras un matrimonio concertado y con un bebé planificó en secreto su huida de la comunidad, algo muy difícil, según ha relatado la autora, que ha explicado cómo empezó a ir a la Universidad en secreto y cómo se asesoró para poder divorciarse y salir adelante, sin que le dieran ninguna esperanza de éxito.
Hasta que supo que la única estrategia para hacerlo era conseguir que la gente hablara de su caso “durante meses o años” y así empezó a escribir estas “memorias” antes de salir de la comunidad.
“Lo escribí con mucha presión porque era la única puerta a la libertad”, ha indicado Feldman, quien no tuvo tiempo para reflexionar “ni para hacerme escritora”. Y lo hizo en presente para darle la inmediatez de lo que sentía al intentar romper sus ataduras.
Por eso lo que relata en el libro está “en estado crudo, no digerido, es real”, lo que hace que “Unorthodox” no sean unas memorias al uso.
En el libro cuenta las costumbres y ritos de los jasídicos, una comunidad entonces casi imposible de abandonar para las mujeres, a las que hacen ver que no son nada fuera de ella y que acabarán suicidándose como lo han hecho muchas, indica.
Y explica cómo siente, cuando se entera de que alguna de estas mujeres ha acabado suicidándose, que su destino está ligado: “me siento abrumada por un miedo irracional” porque su caso, el hecho de que haya salido adelante, es una “amenaza” para la comunidad ultraortodoxa.
El mayor reto al principio de su huida fue el de sobrevivir, poder mantenerse a ella y a su hijo, de tal forma que se sintió muchas veces “al borde del precipicio” y tuvo que vender sus óvulos. Y luego fue la falta de identidad por no formar parte de una comunidad: “en ese período a veces tienes la sensación de que la muerte es lo único que tiene sentido”. Pero ella tenía que luchar por su hijo, señala.
Fuente: EFE