La soprano norteamericana Lisette Oropesa tiene “sed” de “estar entre las personas cantando” y, por eso, cuando este sábado debute en “La Traviata” en el Real, “beberá” mucho de la energía del público: “Todos estamos felices de tener la oportunidad de oír música en vivo de nuevo”, dice en una entrevista con EFE.
Oropesa (Nueva Orleans, 1983) será Violetta los días 18, 22, 25 y 28 en la producción con la que el Teatro Real de Madrid ha reabierto sus puertas, y por la que desde el día 1 han pasado buena parte de los elencos que debían haber cantado las funciones previstas el pasado mes de mayo, además de las programadas en un inicio para julio.
“Antes de la pandemia yo iba a cantar en mayo. Luego, cuando el teatro decidió reabrir y se hicieron los planes, me propusieron que protagonizara las primeras funciones de julio, pero para eso habría tenido que viajar a Madrid en junio y la situación entonces aún no estaba bien y yo tenía mucho miedo de viajar. No estaba lista”, reconoce.
Ahora, precisa, aunque la situación “está todavía un poco fresca”, “con tantas personas muertas y tantas personas enfermas” en Estados Unidos y en el resto del mundo, se ha animado a viajar previa prueba de covid, “por supuesto, negativa”, se ríe.
Ha pasado un confinamiento “razonable”, porque donde ella vive hay mucho espacio, pero sabe de muchos compañeros y de mucha gente en su entorno que han tenido un encierro “muy difícil”.
“Por eso, porque venimos de esa situación, el público va a estar muy feliz de tener la oportunidad de oír otra vez cantar en vivo. Tengo sed de estar entre las personas cantando y haciendo música. Voy a beber mucho”, se ríe.
La del Real es su primera actuación tras la pandemia y está “emocionada”: “Lo extraño tantísimo… Me hace mucha falta estar entre personas. Lo virtual nunca va a sustituir esa emoción”.
El teatro les ha explicado “muy bien” todas las medidas de seguridad, los protocolos que deben seguir y antes de viajar ya tenía vídeos de cómo estaban siendo las funciones y de cómo debían moverse en las cuadrículas en las que se ha dividido el escenario en esta versión semiescenificada de la ópera de Verdi.
Después de sus funciones en Madrid, donde compartirá escena con Ivan Magri en el papel de Alfredo y de Nicola Alaimo en el del padre de su amado, se quedará en Europa porque en agosto tiene el proyecto de grabar un nuevo disco, que será de arias con orquesta, aunque aún no puede decir más.
Fuente: EFE