En la época del «bizum», de las transferencias, del pago a través del móvil o del Bitcoin, un proyecto de la Universidad de Oxford está investigando dónde surgió la idea de la acuñación de monedas y, además de su origen, cómo fue su desarrollo.

Llamado «CHANGE» y liderado por el profesor Andrew Meadows, exconservador también de monedas griegas en el Museo Británico, la investigación viajará a Anatolia para, a través de métodos digitales, recopilar pruebas del desarrollo de la economía monetaria en este lugar por primera vez (lugar que actualmente pertenece a Turquía) para trazar la evolución de la evoluciónn de la invención de la moneda.

«Anatolia es donde la acuñación comienza como un medio monetario en el mundo, y este proyecto explorará esos orígenes y cómo se desarrolló con el tiempo», explica Meadows en una nota informativa de Oxford. «Utilizaremos la nueva tecnología digital para responder a las principales cuestiones relativas a la historia económica de Anatolia. Esperamos generar un nuevo relato del inicio de la acuñación y su auge como medio monetario».

La ambición es máxima, pues «CHANGE» tiene como objetivo realizar una descripción completa de las monedas de alrededor de 336 ciudades, cuatro imperios, 60 reinos y alrededor de 50 dinastías independientes en esta región. Para ello el equipo reunirá una base de datos de alrededor de 50.000 monedas en múltiples colecciones públicas. Y es que en uno de estos reinos que se estudiarán, el de Lidia, fue el primer lugar del mundo donde se acuñó una moneda, antes incluso que en China o India, con monedas que datan del reinado de Giges e incluso antes, durante el reinado de Ardis II (652-621 a. C.).

Estos datos permitirán un mapeo detallado del movimiento de la moneda en el tiempo y el lugar, y permitirán la exploración del comportamiento monetario en el espacio político y geográfico», cuenta el cabeza de un proyecto que pretende estudiar siete siglos, concretamente hasta que Roma absorbió esta región en el 30 a.C.

Meadows cree que incluso hoy «en la época del euro, donde las formas monetarias se unifican, la existencia de la moneda y su apariencia sigue siendo un elemento crucial. Cada país tiene su propio diseño para el euro, lo que es una señal del significado perdurable del medio para nosotros». Esta investigación ha recibido dos millones de euros del Consejo Europeo para los próximos cinco años.

 

Fuente:  ABC Cultura