MADRID, (EUROPA PRESS) –
La cifra de muertos a causa de las fuertes inundaciones registradas durante los últimos días en el este de Malasia ha ascendido a 33, según el último balance oficial, lo que constituye el número más alto desde que el país se vio golpeado por fuertes riadas en 2014.
Informaciones preliminares señalaban que eran 27 las personas que habían perdido la vida, especialmente en los estados de Selangor y Pahang, algunos de los más afectados. Solo en Selangor, el estado más poblado del país, se han recuperado los cuerpos sin vida de 24 personas.
En Shah Alam varias zonas se encuentran completamente anegadas, por lo que el Ejército ha tenido que distribuir alimentos en botes y trasladar a parte de la población a varios refugios del Gobierno.
Miles de miembros de los servicios de emergencias y el personal militar han tenido que ser movilizados, si bien las voces críticas aseguran que los dispositivos actuales no son suficientes para ayudar a toda la población afectada dado que más de 70.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
En total, el Gobierno estima que más de 62.000 continúan en refugios a la espera de recibir ayuda, según ha recogido el diario ‘The Straits Times’.
Las de este fin de semana son ya las peores inundaciones que ha sufrido el país asiático en los últimos cien años. Las riadas han bloqueado carreteras, cortado el suministro de agua potable y paralizado otros transportes.
El primer ministro malasio, Ismail Sabri Yaakob, ha anunciado el despliegue de más de 60.000 policías, militares y bomberos para responder a la emergencia, ya que hay muchos ciudadanos aislados o que no han podido llegar a los refugios habilitados.
Fuente: EUROPA PRESS