«Oscura soledad estoy viviendo, la misma soledad de tu sepulcro…». Con los compases de Amor eterno interpretados por mariachis y en la voz de Fernando Mora, comenzó la gran despida de Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, un evento multitudinario que tiene previsto durar dos días.
Las cenizas del superastro de la música mexicana cruzaron la capital el lunes por la tarde ante la mirada de miles de seguidores que saludaban a la carroza fúnebre hasta que ésta llegó al más importante recinto de la cultura del país.
Una gran fotografía del divo con los brazos abiertos daba la bienvenida a los presentes, y sin que dejara de sonar su tema más popular empezó la primera guardia de honor con su hijo Iván Aguilera y el secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, flanqueando sus restos.
En el interior de Bellas Artes, adornado con coronas de flores que incluyeron una enviada por su amigo y también músico Luis Miguel, pronto comenzaron las canciones interpretadas por célebres artistas como Aida Cuevas, que le regaló a Juanga Te lo pido por favor.
La música igualmente empezó a sonar en el exterior del palacio, donde muchos se congregaron desde la noche anterior.
Durante dos días se recordará a Juan Gabriel con interpretaciones de sus canciones que miles de personas podrán seguir en vivo gracias a la decena de pantallas gigantes instaladas afuera de Bellas Artes.