El promedio diario de consumo de leña por hogar donde carecen de acceso a energía eléctrica o estufas de gas es de 5kg y se usa principalmente para encender los fogones tradicionales, los cuales dispersan el humo por toda la casa, producen irritación en los ojos e inclusive a largo plazo generan enfermedades crónicas respiratorias.
El repetido consumo de este material igualmente impone una presión sobre los hábitats y los bosques.
El Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) está promoviendo sustituir los fogones tradicionales por estufas ecológicas, con lo que, además de disminuir las cargas del trabajo femenino, los recursos forestales son utilizados de forma más eficiente.
El proyecto de Estufas Ahorradoras de Leña consiste en la donación de los materiales para la construcción de las estufas y la asesoría y supervisión para la construcción por parte del PNUD y la construcción corresponde a cada familia.
Entre las ventajas de este nuevo tipo de estufa se halla el bajo costo de construcción y la disminución de riesgos por quemaduras.
Estas estufas, además, aprovechan de manera más adecuada el calor generado por la leña y permite que se utilice entre un 30% a 60% menos que con el sistema tradicional. La reducción en la cantidad de leña, permite, a su vez, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y su impacto sobre los bosques y hábitats.