Washington (EFE).- El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca abre un nuevo e incierto capítulo en la guerra de Ucrania, un conflicto al que el republicano promete poner fin en solo 24 horas, aunque Kiev teme que su solución pase por la anexión a Rusia del territorio ucraniano ocupado.
La incertidumbre aumentar tras la decisión estadounidense de autorizar a Ucrania el uso de los misiles ATACMS (300 kilómetros de alcance) en suelo ruso, decisión de la que ha informado la prensa de Estados Unidos.
Según algunos medios, la utilización de estos misiles se circunscribiría a la región rusa de Kursk, parcialmente ocupada por los ucranianos y donde, según la inteligencia militar occidental, participan del lado ruso soldados norcoreanos.