De 1.744 kilómetros cuadrados de manglares que hay en las costas de Panamá, únicamente el 40 % (701 kilómetros cuadrados) está en el sistema nacional de zonas protegidas, según el capítulo panameño de la ONG Conservación Internacional, organizadora de un foro regional sobre la materia que comenzó hoy en el país.
Las áreas restantes, añadió la organización conservacionista, «incluso si están clasificadas como zonas especiales de manejo, son vulnerables a la conversión agrícola, la contaminación costera, la cría de camarones, y la construcción de viviendas, y sufren un alto grado de degradación debido a la extracción de productos forestales».
«El estado de protección de la mayoría de estos manglares es relativamente débil y no garantiza un medio apropiado para la protección a largo plazo de las reservas de carbono», señaló en una declaración el gerente de Conservación de Manglares de Conservación Internacional-Panamá, Julio Rodríguez.
Desde este martes y hasta mañana, una veintena de expertos de Panamá, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos y Ecuador analizan la importancia y vulnerabilidad de los manglares en un foro en Santiago de Veraguas, a unos 250 kilómetros al oeste de la capital panameña.
La cita pretende demostrar la contribución que hacen los ecosistemas de manglar a la gestión del riesgo de cambio climático, tanto desde la perspectiva de la adaptación como de la mitigación.
Con ello se busca fortalecer la gestión de esos ecosistemas para reducir las amenazas, mantener e incrementar las reservas de carbono, y aumentar su capacidad de adaptación al cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos.
Ese es uno de los puntos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que los Estados Miembros de la ONU aprobaron en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, apuntando a fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima.