MADRID, (EUROPA PRESS) –
Al menos 35 personas han muerto en las graves inundaciones que han afectado al estado norteamericano de Kentucky en los últimos días, según ha revelado este lunes el gobernador del estado, Andy Beshear, que ha insistido en que la cifra final de fallecidos puede aumentar a medida que se retiren las aguas de las zonas inundadas.
“Más malas noticias. Hemos confirmado más víctimas mortales en las inundaciones del este de Kentucky. Ahora tenemos un balance de 35 fallecidos”, ha explicado Beshear en rueda de prensa.
Los cuerpos están siendo trasladados a Frankfort, donde se ha habilitado un camión frigorífico para preservar los cadáveres porque la morgue está desbordada, ha apuntado el gobernador.
Besehar ha advertido además de que hay mucha gente que “solo tiene la ropa que lleva puesta” por lo que ha animado a quien lo necesite en los cinco condados designados a solicitar la ayuda de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés). “La gente de la FEMA está de camino”, ha destacado.
Mientras, continúan los trabajos de recuperación y ya se ha conseguido restablecer el servicio de telefonía en parte de las zonas afectadas, informa la televisión local WLEX-TV. Sin embargo, otras infraestructuras como puentes o carreteras tardarán más en poder volver a funcionar, ha explicado el gobernador, que ha ordenado que las banderas ondeen a media asta durante una semana.
Beshear ha anunciado además que cancela el viaje que tenía previsto a Israel para atender la emergencia, ya que los rescatistas seguirán trabajando varios días más aún.
Muchas zonas están sin suministro de agua ni de electricidad y continúa habiendo tormentas. Para los próximos días se prevé un aumento de las temperaturas y condiciones aún más difíciles si cabe para las labores de rescate. Hasta ahora se ha rescatado a 1.432 personas en todo el estado, según el último balance de las autoridades estatales.
Los condados de Breathitt, Clay, Floyd, Johnson, Knott, Leslie, Letcher, Magoffin, Martin, Owsley, Perry, Pike y Wolfe han sido los más afectados por estas inundaciones y serán los primeros en recibir la ayuda federal correspondiente a esta declaración.
Los esfuerzos de rescate, informa CNN, se han visto obstaculizados debido a constantes cortes del suministro de energía que comenzaron el miércoles, al principio de las inundaciones, y han proseguido hasta esta misma madrugada.
Kentucky se convierte así en escenario de su segunda catástrofe climática en poco más de siete meses, tras la ola de tornados que arrasó el estado en diciembre del año pasado y que dejó 74 muertos.
Fuente: EUROPA PRESS