El economista y filósofo indio Amartya Sen recibió este domingo el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes en una ceremonia que estuvo bajo la sombra de la pandemia, con el galardonado a kilómetros de distancia conectado por teleconferencia y la sala casi vacía.
“La sala desangela, el galardonado en otro continente y el presidente alemán, encargado, de la laudatio en cuarentena. No son tiempos de normalidad”, empezó el discurso del presidente Frank Walter Steinmeier, leído por el actor Burghardt Klaussner.
Steinmeier está en cuarentena desde el sábado debido a un positivo de coronavirus de uno de sus guardaespaldas. Sen, también Premio Nobel de Economía, siguió la ceremonia desde Boston.
Según Steinmeier, Sen, que ha dedicado gran parte de su obra al problema de la búsqueda de una justicia global, es un galardonado apropiado para tiempos como los actuales en los que la pandemia pandemia amenaza con agravar las desigualdades-
“La pandemia afecta a todos pero no a todos por igual y un reto que tendremos será el de la distribución justa de una futura vacuna”, dijo el presidente alemán.
Sen, en su discurso, habló de otra pandemia que según él también afecta el mundo actualmente y que él llamó la “pandemia del autoritarismo y la autorquía” para la que citó como ejemplos a su propio país, a EEUU, a Polonia, a Hungría, a Filipinas y a Brasil.
Como antídoto contra esa pandemia Sen de dio gran importancia a la defensa de la libertad de opinión y a la discusión pública.
Sen empezó su discurso manifestando su alegría de que se la haya dado un premio relacionado con el mundo del libro, de la lectura y de la escritura que él siente como algo fundamental en su biografía.
“Mi vida sería más pobre si desde niño no hubiera tenido la tendencia a leer todo lo que me caía en las manos. Los libros nos ayudan no solo a entender el mundo sino a discutir”, dijo.
Luego citó al filósofo Emmanuel Kant quien decía que la posibilidad de discutir y debatir era algo que suele ser reprimido por diversas autoridades.
“No discutas, haz las maniobras, dice el ejército. No discutas, paga, dice la administración de impuestos. No discutas, cree, dice la religión”, dijo Sen parafraseando a Kant.
Según Sen, lamentablemente la represión de la libertad de opinión no es algo que pertenezca solo al pasado y actual hay desarrollos “en Asia, en Europa, en América Latina y en EEUU que dan motivos de preocupación”.
Con respecto a la India -país al que dedicó la mayor parte del discurso- Sen atacó al Gobierno actual del que dijo que se ha apropiado el derecho de definir a alguien como enemigo de la nación o incluso como terrorista sin motivos concretos.
“Creo que se trata de una confusión de conceptos. Estar contra el Gobierno y estar contra la nación son cosas distintas”, dijo.
También criticó los intentos del nacionalismo hindú de querer definir el hinduismo como único pilar de la nación india y tratar de minimizar o borrar los aportes musulmanes.
Según Sen, aunque Mahatma Gandhi y Rabindranaht Tagore, Premio Nobel de Literatura en 1913, eran hindúes no negaban que la India era un país pluricultural y plurireligioso-
Ahora en cambio, agregó, “los libros escolares se reescriben con tendencia revisionista para minimizar o negar los aportes de los musulmanes”.
Sen se refirió también, aunque marginalmente, a lo que el ve como tendencias autoritarias en Hungría y Polonia y este último país se refirió ante todo a la discriminación de homosexuales, así como el recrudecimiento de los problemas raciales en EEUU.
“Tenemos que preocuparnos no solo por nuestro propio país sino por todos los países de mundo. Como decía Martin Luther King si en alguno lugar ocurre algo injusto es la justicia la que está siendo atacada”, dijo.
Sen advirtió que la defensa del libre debate es importante también para las posibilidades de avanzar hacia una justicia global.
El Premio de la Paz de los Libreros Alemanes se entrega todos los años el último día de la Feria del Libro de Fráncfort en la iglesia de San Pablo.
Fuente: EFE