Hay artículos que creemos son hechos de vidrio por su composición; sin embargo, no son reciclables, como espejos, vasos y copas, ventanas, focos y vidrios templados. El vidrio se puede reciclar con mayor facilidad que otros materiales, ya que es 100% reciclable. Se puede separar según su color, maleabilidad, textura y composición. Para el reciclaje, lo más importante es su color; se clasifica en: ámbar, azul, verde y transparente.

Los pasos para reciclar el vidrio correctamente son simples. Entre estos pasos están: enjuagar muy bien y removerle tapas, corchos y etiquetas. Se debe tener cuidado de no romperlo, ya que puede resultar peligroso para quien lo manipula. La mayor parte del vidrio reciclado se puede usar para hacer nuevos envases semejantes a los desechados. Además, una pequeña proporción se emplea para la fabricación de otros materiales de construcción, como ladrillos, cerámicas, asfaltos, etc.