El cerebro del pequeño dinosaurio carnivoro Buriolestes schultzi –descubierto en 2015 y datado en 233 millones de años– es relativamente pequeño y pesa aproximadamente 1,5 gramos, que es un poco más ligero que un guisante. La forma era primitiva, se asemejaba a la morfología general del cerebro de un cocodrilo.

Además, la presencia de estructuras bien desarrolladas en el cerebelo indica la capacidad de rastrear presas en movimiento. Por el contrario, el sentido del olfato no era elevado; por lo tanto, es más probable que Buriolestes schultzi cazara y rastreara presas basándose en su capacidad óptica más que en su sentido olfativo.

A pesar del comportamiento de alimentación carnívoro de este dinosaurio, pertenece al linaje de los saurópodos herbívoros gigantes de cuello largo, los animales terrestres más grandes que jamás hayan existido. Sin embargo, Buriolestes schultzi se considera el miembro más antiguo de este linaje. Entonces, la nueva reconstrucción del cerebro permite a los investigadores analizar la evolución cerebral de este impresionante linaje.

Una de las tendencias más notorias es el aumento de los bulbos olfativos. Mientras que estas estructuras responsables del sentido del olfato son relativamente pequeñas en Buriolestes schultzi, se vuelven muy grandes en saurópodos posteriores y formas estrechamente relacionadas. El desarrollo de un sentido del olfato fuerte podría estar relacionado con la adquisición de un comportamiento social más complejo, que se basa en el sentido olfativo en varios grupos de vertebrados.

Alternativamente, también se ha observado que las altas capacidades olfativas jugaron un papel importante en la búsqueda de alimento, ayudando a los animales a discriminar mejor entre plantas digeribles e indigeribles. Finalmente, otra supuesta explicación para el aumento en el sentido olfativo de los saurópodos se basa en la capacidad de detectar señales químicas de depredadores. Los científicos –adscritos a las universidades Federal de Santa María y Sao Paulo, en Brasil– también calcularon la capacidad cognitiva, o inteligencia, de Buriolestes schultzi basándose en el volumen cerebral y el peso corporal.

Los valores obtenidos son superiores a los de los saurópodos gigantes, como Diplodocus y Brachiosaurus, lo que sugiere una disminución de la encefalización en el linaje. Esto es interesante porque varios otros linajes presentan un aumento en la encefalización a través del tiempo. Sin embargo, la capacidad cognitiva de Buriolestes schultzi es menor que la de los dinosaurios terópodos, el linaje que incluye Tyrannosaurus, Velociraptor y aves.

 

Fuente:  ECOticias