La administración del presidente estadounidense Donald Trump volvió a autorizar las trampas venenosas conocidas como «bombas de cianuro» para matar zorros silvestres, coyotes y perros salvajes, a pesar de la abrumadora oposición de los grupos de conservación.
Los dispositivos, conocidos como M-44, que se implantan en el suelo y se asemejan a los rociadores de césped, utilizan un eyector con resorte para liberar cianuro de sodio cuando un animal atraído por un cebo jala un soporte del compartimiento de la cápsula. El gobierno detuvo el uso de los dispositivos el año pasado después de que uno de ellos fue responsable de herir a un niño y matar a su perro en Idaho.
La decisión de restablecer su uso indignó a grupos ambientalistas que inundaron la Agencia de Protección Ambiental con más de 20 mil cartas de protesta. «Son increíblemente peligrosos para las personas, sus mascotas y la vida silvestre en peligro de extinción, son demasiado peligrosos para ser utilizados», dijo a la AFP Collette Adkins, directora de conservación de carnívoros del Centro para la Diversidad Biológica.
AFP