El hallazgo reciente de nueve urnas funerarias de pueblos indígenas que habitaron la Amazonía hace más de cinco siglos reta ahora a los científicos a descifrar las relaciones de esas poblaciones con la muerte, según el antropólogo Eduardo Kazuo. «Lo que se puede decir es que esa población dedicaba gran parte de su tiempo y energía para las prácticas funerarias», explicó a Efe el antropólogo del Instituto Mamirauá y quien lideró la expedición que descubrió el pasado julio un «cementerio» indígena en una pequeña comunidad en la región central del Amazonas.
Las urnas funerarias solían ser la última etapa de un largo y «comprometido» proceso de «la manera cómo trataban a los muertos» en esa comunidad, que habitó la región hace unos 500 años, según apuntó la datación realizada con el método carbono 14. Antes de sepultar las urnas con los restos óseos de los fallecidos, los indígenas esperaban pacientemente que el cuerpo del muerto se descompusiera por completo, según las investigaciones. La primera expedición arqueológica en el local fue realizada cuatro años antes, cuando se descubrieron un total de seis urnas funerarias del mismo estilo.
EFE