La adopción de una resolución sobre el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible por parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU es un hito decisivo para la justicia ambiental. Este derecho tiene sus raíces en la Declaración de Estocolmo de 1972. Cinco décadas después, es muy alentador ver que se reconoce formalmente a nivel mundial mediante una resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

La decisión, adoptada hoy en Ginebra, es un escudo contra una plétora de riesgos para la salud y los medios de vida de las personas y las comunidades. El reconocimiento del derecho a un medio ambiente sano es un hito histórico en nuestro trabajo actual por la justicia social y ambiental. Es un mensaje para los mil millones de niños que corren un riesgo extremadamente alto de sufrir los impactos del cambio climático: un medio ambiente sano es su derecho. Nadie puede quitarles la naturaleza, el aire y el agua limpios, ni un clima estable.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) considera que este es un paso importante en la construcción del planeta como un hogar seguro y justo para todos.

El PNUMA elogia la incesante defensa del derecho a un medio ambiente sano apoyada por más de 13.000 organizaciones de la sociedad civil y grupos de pueblos indígenasmás de 90.000 niños de todo el mundo, la Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos, y por las partes interesadas del sector privado. Gracias por contribuir al impulso que ha hecho posible este día.

La resolución hace hincapié en “los derechos a la vida, la libertad y la seguridad de los defensores de los derechos humanos que trabajan en asuntos ambientales, denominados defensores de los derechos humanos ambientales”.

Las agresiones físicas, las detenciones, los arrestos, las acciones judiciales y las campañas de desprestigio son la cotidianidad de estos grupos de ciudadanos, pueblos indígenas y otros. Sólo en 2020 fueron asesinados más de 200 defensores del medio ambiente. En los próximos meses, el PNUMA profundizará su compromiso de proteger y promover a los defensores de los derechos humanos ambientales y su espacio cívico.

Esperamos que esta resolución anime a los gobiernos, los legisladores, los sistemas judiciales y los grupos de ciudadanos a impulsar elementos sustanciales de Nuestra Agenda Común, presentada el mes pasado por el Secretario General de las Naciones Unidas, así como el Llamamiento a la Acción en favor de los Derechos Humanos de 2020. No debemos permitir que nadie se quede atrás, mientras forjamos un planeta más sano, con menos conflictos y más espacio para que los jóvenes sean escuchados. Son ellos los que heredan esta Tierra, mientras nos enfrentamos a una multitud de desafíos complejos que sólo pueden abordarse mediante un enfoque multilateral y basado en los derechos.

Animamos a los Estados Miembros a considerar una resolución similar en la Asamblea General.

Fuente: UNEP.org