Con una imagen casi permanente en primer plano y un personaje tan atractivo como odioso interpretado por una brillante Mariana di Girolamo, el realizador chileno Leonardo Medel cuenta en “La Verónica” una historia diferente y experimental que pone en cuestión el mundo de las redes sociales.

En la competición de Horizontes Latinos, en el Festival de Cine de San Sebastián (España), “La Verónica” partió de una investigación sobre cómo hacer una película en primer plano, explica Medel a Efe, acompañado por Di Girolamo.

Medel unió en la parte estética las fotografías publicitarias de moda con el mundo de los youtubers, lo que conectó temáticamente con las redes sociales y con lo que significa el selfie como forma de representación de nuestro tiempo.

Una idea en la que comenzó a trabajar hace 12 años y que resultó muy compleja metodológicamente para poder construir toda una película alrededor de un primer plano. En 2008 grabó un teaser y en 2016 hizo un corto, ya con Di Girolamo, que le permitió experimentar y comprobar que era posible hacer un largometraje.

“Con mi equipo tenemos todo un historial de películas extrañas”, dice entre risas el director, que asegura que está en un proceso de “experimentación permanente”.

Y esos proyectos de corte “experimental, inédito e insólito” son algo fascinante para la actriz, que también se sintió atraída por el hecho de que su personaje está todo el tiempo en ese primer plano, en una “intimidad casi pudorosa con la cámara”.

La actriz trabajó mucho con el director la forma de interpretar a un personaje en apariencia frívolo y exhibicionista. Se probó la distancia con la cámara, el tono de voz y el cómo llegar a las emociones de manera rápida.

“Con Mariana significa un aprendizaje no solo con respecto a lo que estábamos experimentando formalmente, también de quién es Mariana y qué tipo de actriz es. No habría podido hacer la película con nadie más. Significa un nivel de rigor del que no habla porque ella es así, una actriz extremadamente rigurosa e inteligente en la forma en que aborda cada cosa que hace”, explica el realizador.

Di Girolamo interpreta a Verónica una famosa modelo chilena, muy activa en redes sociales, casada con una estrella del fútbol, con el que acaba de tener una niña. Mientras ella se centra en su carrera y su marido en la bebé, comienza una investigación sobre el asesinato de su primera hija, de la que ella es la principal sospechosa.

Verónica vive en una especie de realidad paralela, la creada en el mundo de los youtubers, algo muy generacional y que ha cobrado una dimensión difícil de entender, como resalta la actriz, que recuerda que al moderar una ponencia sobre este tema, ella, que es bastante conocida en su país, pasó a “un quinto o sexto plano” frente a la popularidad de las youtubers con las que compartía la charla.

Ese mundo con reglas propias y que resulta muy ajeno a quien no está dentro es lo que cuenta “La Verónica”, una película que ha pasado por un complejo proceso hasta llegar a San Sebastián.

Porque el rodaje coincidió con el estallido social en Chile y tuvo que cambiar completamente de planificación, entre otras razones para que los miembros del equipo tanto técnico como artístico pudieran participar en las protestas, como era su deseo.

Hubo desabastecimiento que afectó al catering durante el rodaje y el toque de queda obligaba a recortar las jornadas de trabajo. Y poco después de acabar de filmar, llegó la pandemia y el confinamiento.

Por eso el poder estar presentando la película en un festival es todo un éxito para Medel y más aún tratándose de San Sebastián.

“Es un festival por el que han desfilado los más grandes directores chilenos de los últimos años, desde Pablo Larraín, Pepa San Martín, Sebastián Lelio, Maite Alberdi…No pensábamos que íbamos a estar aquí porque es una película de corte más experimental, no tan mainstream, fue una sorpresa increíble”.

Fuente:   EFE