9 millones de toneladas de residuos plásticos llegan al mar cada año. Gran parte de estos desechos son botellas de plástico. Solo el 7% se recicla y el resto acaba en vertederos, ríos y océanos. Estas alarmantes cifras fueron suficientes para que la empresa española Dropson, especializada en tratamiento de agua de nueva generación y concienciada con el medio ambiente y los ecosistemas marinos, desarrollara durante tres años un producto eficaz y económico para consumir agua de mesa: la lata filtrante.
Un filtro de agua que combina la eficacia y el respeto por el medio ambiente, que sorprende por su tecnología filtrante y convence por su sabor. La empresa tiene una amplia trayectoria en el sector. Con sede en Santa Pola producen, distribuyen y comercializan el filtro de agua a nivel nacional y parte del extranjero. Un filtro portátil que se adapta de manera sencilla al grifo permitiendo filtrar hasta 300 litros de agua de calidad al instante.
Gracias a su tecnología filtrante y un proceso natural de filtración con biomateriales, reduce el mal sabor del agua de red, así como el cloro, metales pesados y otros componentes químicos. Además, puede ser monitorizado a través de la aplicación móvil “Dropson Control”.
“El uso de la lata filtrante tiene la intención de poner en valor la calidad de nuestra agua de red y cambiar nuestro modelo de consumo. Es vital realizar un cambio en nuestros hábitos tratando de eliminar los plásticos de un solo uso por productos más sostenibles y ecológicos”, explica Alain Hierro, CEO de la empresa.
En Dropson son conscientes que no son huella cero, pero el cálculo de los plásticos que el planeta se ahorra y el impacto medioambiental de su transporte en comparación con el del agua embotellada, hacen que la lata Dropson sea una gran alternativa.
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