Un nuevo estudio multicéntrico de las universidades de Columbia, Washington y Buffalo (Estados Unidos) vincula la exposición a largo plazo a la contaminación del aire, especialmente el ozono, con el desarrollo de enfisema y la disminución de la función pulmonar relacionada con la edad, incluso entre personas que nunca han fumado, según un estudio publicado en el ‘Journal of the American Medical Association’ (JAMA).
Los hallazgos pueden ayudar a explicar por qué el enfisema es relativamente común en los no fumadores. La enfermedad crónica de las vías respiratorias inferiores, un término general para enfisema, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), bronquitis crónica y asma, es la tercera causa de muerte en todo el mundo.
El estudio, el más grande y más largo de su tipo, analizó si las exposiciones a cuatro contaminantes principales (ozono a nivel del suelo, partículas finas (PM), óxido de nitrógeno y carbono negro) se asociaron con el desarrollo de enfisema, medido mediante tomografía computarizada y disminución de la función pulmonar, medida por espirometría. El ozono a nivel del suelo daña la salud humana, pero el ozono en la atmósfera protege contra los dañinos rayos ultravioleta del sol.
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