Detrás de los focos y la alfombra roja, el Festival de Cannes esconde una realidad menos glamurosa: despegues de jets privados, enormes yates en el puerto y kilos de comida en la basura… Un “inmenso despilfarro” para las asociaciones ecologistas.

“Sin duda queda mucho trabajo por hacer en la organización del festival para que sea más ecológico”, lamentó en Cannes el director francés y activista Cyril Dion, lanzando un grito de alarma en el mundo del cine para actuar contra la crisis del medioambiente.

Durante 12 días, la ciudad se engalana para recibir a cineastas y estrellas de todo el mundo, pero la Asociación para la Defensa del Medioambiente y la Naturaleza (ADEN) asegura que detrás de esta imagen glamurosa, este festival excepcional conlleva también una contaminación desmesurada.

AFP