La Semana Mayor inicia con el Domingo de Ramos, celebración de la llegada triunfante de Jesús a Jerusalén. El capellán de la Policía Nacional de Veraguas Noel Pinzón, explicó que los ramos los usó el pueblo judío, como parte del recibimiento a Jesucristo, a quien lo acogieron como el rey. “El pueblo judío lo acogen como rey terrenal, no como el reinado que ofrecía Dios, que era rey de los cielos”, contó. Recordó que en aquellos tiempos las ramas de olivos se les ponían a los grandes personajes de la sociedad como símbolo de corona en la cabeza. Añadió que se le llama bendita porque se bendicen, por lo general usan palmas naturales de gunzo, palma real o el cogollo de la palma de coco.
Por su parte, el sacerdote de la Catedral San José de David, Rury Gutiérrez, aseveró que, en la actualidad, el Domingo de Ramos tiene un doble sentido, siendo el primordial celebrar la entrada de Jesucristo a Jerusalén previo a su pasión, muerte y resurrección. Los ramos prefiguran la victoria de Cristo resucitado. “Entramos con Jesús a Jerusalén para adolecer y morir con él de una manera mística, dejando todo lo que nos hace sufrir y no nos deja vivir como hijos amados de Dios”, nos manifestó Gutiérrez. Les aconseja a las personas que dejen de pensar que tienen que hacer las cosas y dejar que Dios construya todo, porque es la única forma de ser dichoso.