Las autoridades de Beijing están considerando medidas para regular el popular servicio de bicicletas compartidas que benefician a los viajeros, pero que desafían la gestión urbana.
Beijing empezó a solicitar la opinión pública sobre un proyecto de reglamento que pondrá límites a la cantidad de bicicletas compartidas en las calles de la ciudad y que promete una forma ordenada de estacionarlas.
El negocio de compartición de bicicletas, que despegó en las grandes ciudades de China hace menos de dos años, permite a los usuarios rentar las bicicletas desde un yuan (alrededor de 15 centavos de dólar) por hora mediante una aplicación móvil y dejarlas en cualquier sitio para el siguiente usuario.
El servicio ha ayudado a los ciclistas a evitar los embotellamientos crónicos de Beijing y a disminuir las emisiones de los autos, pero las bicicletas estacionadas desordenadamente han afectado la imagen de la ciudad y bloqueado calles.
El proyecto de reglamento requiere que los gobiernos distritales establezcan un límite máximo de bicicletas compartidas en sus respectivas jurisdicciones.
Las zonas de estacionamiento deben ser establecidas cerca de los centros de transporte, áreas comerciales y de oficinas.
Las bicicletas compartidas deben tener dispositivos de GPS.
Las autoridades de transporte de la ciudad están trabajando en una especificación técnica.
En 2016, 18,9 millones de personas usaron el servicio en todo el país. Se prevé que la suma llegue a 50 millones para fines de 2017.