La necesidad de una respuesta inmediata por parte de los colaboradores a sus jefes y la creación de nuevas plataformas, han provocado que los formales correos electrónicos queden atrás.
WhatsApp, Telegram Microsoft Teams y Workplace de Facebook han ayudado a que jefes y colegas ansiosos obtengan una respuesta instantánea por parte de los empleados, no importa el momento del día o el lugar.
Estas herramientas son hoy indispensables en cualquier compañía y suelen adaptarse sin problemas a distintas plataformas como computadoras de escritorio, teléfonos, tabletas y básicamente cualquier dispositivo electrónico conectado a Internet.
Los chats toman terreno por su espontaneidad, muy alejado de la formalidad de los correos electrónicos donde tratamos de redactarlos muy apegados a las reglas ortográficas, aunque los chats igualmente pueden ser un arma de doble filo.
Al ser tan «informal», los chats grupales de trabajo no respetan horarios y tal vez, tampoco la forma en cómo el colaborador o jefe se expresa.
Expertos recomiendan ser cuidadosos si se llega a integrar estos chats, porque cada uno tiene un código de comportamiento y lo que en uno puede resultar chistoso en otro puede significar un motivo de despido.