Una de las peores situaciones de déficit hídrico en las últimas 8 décadas está generando la falta de lluvias en Brasil

La sequía que está afectando el sureste de Brasil comienza a notarse con fuerza también en el estado de Río de Janeiro. Allí, dos de sus cuatro reservas de agua ya están en ‘nivel muerto’, por la falta de lluvias este mes de enero, según informó el Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS), en un comunicado.

La reserva de Paraibuna (la mayor de las presas de la región) y la de Santa Branca están en un nivel tan bajo que ya no sirven para generar energía eléctrica. La situación ha provocado una crisis hídrica y energética que está impactando tanto a los pobladores como a los sectores agrícolas, industriales y comerciales de la región. Cerca de 50 ciudades del Estado de Minas Gerais, que dependen de estos afluentes, ya comenzaron a establecer medidas de racionamiento de agua. El problema afecta a 46 millones de personas.

En algunos estados del centro-oeste de Brasil, el cultivo de soja es el más perjudicado. Y hasta el famoso Carnaval de Río de Janeiro se ha visto afectado. Las escuelas de samba han decidido sustituir el agua de sus coreografías por luces y humo; y seis municipios (Cordeirópolis y Oliveira, en el estado de São Paulo, e Itapecerica, Formiga, Arcos y São Gonçalo do Pará, en Minas Gerais) cancelaron las celebraciones que se efectúan del 13 al 18 de febrero, informan fuentes internacionales. ‘La situación es crítica. Los embalses que todavía no han llegado al límite están llegado’, alertó la vicepresidenta del Comité de Integración de la Cuenca Hidrográfica del río Paraíba do Sul, Lúcia Teixeira, que a su vez ha pedido que se empiece a adoptar un ‘racionamiento serio’, publica el portal de noticias UOL.

Sin embargo, las autoridades dicen no estar dispuestas a asumir el coste político que supondría cortar el suministro de agua en las casas de forma programada. El Gobernador del Estado de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, dio a conocer el viernes pasado que el racionamiento no es necesario, pero que lanzaría una campaña de concienciación para que la población no desperdicie agua.