George Allen, mejor conocido como “Lord Panamá”, murió este jueves a sus 90 años sabiendo que puso a gozar a mucha gente con el tan gustado ‘Calypso’ en la década de los 60 y 70, legado ancestral caribeño, que se nos desvanece con el paso del tiempo.
El calypso como expresión deriva de los trovadores de África Occidental, que les cantaban a sus deidades. Esa costumbre la llevaron a las Antillas, donde le llamaban “kaiso”, y musicalizó el Canboulay, una fiesta que hoy conocemos como el Carnaval de Trinidad y Tobago. Allí se convirtió en calypso y cuando llegó a Panamá igualmente encendió la fiesta en los carnavales. Los calypsonians, como les decían a los cantautores de este género, improvisaban en los patios de casas o en las esquinas, narraban sucesos cotidianos, del barrio, usando el doble sentido y con un inglés de acento antillano.