El techo de la iglesia de Santiago en Amberes (Bélgica) ha guardado celosamente el secreto durante casi ochenta años. Pero las obras de su restauración emprendidas hace unos días lo han desvelado inesperadamente.

Detrás de una piedra angular, uno de los adornos que conectaba los puntos de las bóvedas, un operador encontraba escondida una pequeña y desgastada caja de cerillas. Al abrirla hallaron la cápsula del tiempo que John Janssen, Jul Gyselinck, Louis Chantraine y Jul Van Hemeldonck habían querido dejar a las generaciones venideras tras sobrevivir a la Primera Guerra Mundial y el segundo año de la Segunda, ya que la carta está fechada el 21 de julio de 1941.

El inusual hallazgo se ha publicado en la cuenta oficial de Instagram de la ciudad de Amberes y comienza con una esclarecedora premonición: «Cuando este techo se vuelva a pintar, ya no perteneceremos a esta Tierra».

A continuación, los cuatro trabajadores desvelan las duras condiciones en las que se desarrollaba su existencia en esos momentos: «Tenemos que decirle a nuestros descendientes que ya no disfrutamos de la vida. Vivimos dos guerras, una en 1914 y otra en 1940, que todavía continúa. Estamos aquí trabajando hambrientos. Nos extorsionan hasta el último centavo para poder comer un poco».

Sin embargo, los pintores no cayeron en el desánimo y aprovecharon también para dar una serie de recomendaciones a quienes tuvieran la suerte de descubrir la carta: «Asegúrense de tener suministros en casa: arroz, café, harina, tabaco y sobre todo disfruten la vida al máximo. Cásense y, para los que ya están casados, cuiden de sus hogares. Saludos».

Muchos seguidores de esta cuenta de Instagram han visto paralelismos con la situación que vivimos actualmente a causa de la pandemia. «Así que guarda comida, encuentra un compañero. Diferentes circunstancias, mismo consejo»; «Para todas las personas que piensan que esta crisis del coronavirus es peor que la guerra. Ahora puedes comer hasta morir y antes se moría por no comer», han sido algunas de sus reacciones.

 

Fuente:  ABC Cultura