MADRID, (EUROPA PRESS) –

 

La ONG Human Rights Watch ha pedido al Gobierno de Haití y a los donantes internacionales que aprendan la lección del catastrófico terremoto de 2010 y no se olviden de los Derechos Humanos, de las mujeres en particular, mientras cubren las necesidades de la población afectada por el grave seísmo de este mes que ha dejado más de 2.000 muertos, 12.000 heridos y decenas de miles de afectados más en el país caribeño.

“Las necesidades médicas son ahora mismo tan grandes que existe el riesgo de que se vea a los Derechos Humanos como algo optativo. Ya hemos visto antes esta historia, una que deja a las mujeres y las niñas expuestas a la violencia, a los abusos y a la muerte”, ha declarado la directora adjunta para los Derechos de la Mujer de HRW, Amanda Klasing.

Los estudios de Human Rights Watch sobre el terremoto de 2010 demostraron que las mujeres y las niñas acabaron desprotegidas en medio del caos tras el seísmo, sin atención médica especializada, en particular en lo que se refiere a salud reproductiva, ni protección ante los abusos.

“Dado el enorme conocimiento de lo que salió mal hace diez años, sería intolerable e inhumano que los Derechos Humanos volvieran a quedar olvidados durante los esfuerzos de respuesta humanitaria”, lamenta Klasing.

La situación es todavía peor dados los daños materiales del seísmo del 14 de agosto, que destruyó cuatro clínicas y dañó otras 32, por lo que mujeres necesitadas de anticonceptivos o de atención post-trauma sexual se han quedado sin donde ir.

HRW también pide que se acelere la llegada de fondos tras recordar los donantes entregaron durante los primero 18 meses tras el seísmo de 2010 menos de la mitad de los fondos comprometidos, con el resultado de un “vacío devastador” para la población marginada del país.

“Hay que respetar los derechos de los haitianos durante la respuesta al seísmo, y los donantes internacionales deben colaborar con el Gobierno uy las ONG locales para garantizar una supervisión eficaz del proceso, así todos podrán disfrutar de los servicios, protección y respeto que se merecen”, concluye Klasing.

 

Fuente: EUROPA PRESS