Hacer frente a la pobreza y vencerla es el ideal de todo buen estado. El Gobierno Nacional ha encaminado esa tarea a través de una Estrategia Nacional denominada Plan Colmena que tomó como base los resultados del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), conformado por cinco dimensiones: educación, vivienda, servicios básicos y acceso a internet, ambiente, entorno y saneamiento, trabajo y salud.
Con esta estrategia se determinó que sería necesario impactar los 300 corregimientos con los índices IPM más alto de todo el país a través de acciones concretas de manera interinstitucional.
Bajo este contexto el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) le ha correspondido el desarrollo de tres grandes proyectos: el desarrollo del programa de estufas ecológicas, el sistema de cosecha de agua y la generación de viveros en áreas rurales.
Para Andréa Pérez Guardia, actual directora nacional de Planificación de MiAMBIENTE, las aspiraciones son ambiciosas, pues según estimó se espera que al finalizar este quinquenio la institución haya impactado unas 500 mil personas en situación de vulnerabilidad, en áreas rurales semirurales, y cuyos corregimientos estén próximos a las áreas de amortiguamiento de muchas de nuestra áreas protegidas.
De acuerdo con Pérez Guardia, MiAMBIENTE tiene el compromiso de impactar el 50% del total de los corregimientos que tratará la Estrategia Colmena, es decir su impacto será en 150 de ellos; 50 con la fabricación de estufas ecológicas, 50 con el programa de cosecha de agua y 50 con la creación de viveros comunitarios.
El Plan Colmena es un acelerador de la Agenda 2030, un acuerdo global (2015) del que Panamá forma parte y en el que los países coincidieron en la necesidad adoptar una nueva agenda para el desarrollo sostenible través de un nuevo acuerdo mundial sobre cambio climático, constituido en 17 Objetivos para el desarrollo sostenible (los ODS) y 169 metas que buscan erradicar la pobreza, combatir las desigualdades y promover la prosperidad, al tiempo que protegen el medio ambiente de aquí a 2030.
Y es que para quien lleva la tarea de planificar las acciones de MiAMBIENTE el desarrollo de esta estrategia en comunidades cercanas a las áreas protegidas cobra mucho sentido en la dimensión ambiental pues apoyando a las poblaciones enmarcadas en las áreas de gran interés por su biodiversidad se contribuye de manera directa en la reducción de la presión que este crecimiento comunitario ejerce sobre ellas.
Por otro lado es valedero destacar que de forma amplia el componente ambiental de la Estrategia Colmena toca de manera casi transversal los 17 ODS, pues de acuerdo a las líneas base desarrolladas por MiAMBIENTE todos estos proyecto tienen valiosos componentes alineados con el desarrollo sostenible que implica la educación ambiental, el fortalecimiento comunitario, la transversalidad de género y la adaptación al cambio climático.
“Es un tema que implica resolver necesidades en la vida de esas comunidades como la seguridad hídrica y alimentaria, pero que además tendrán un impacto positivo en la biodiversidad y funcionamiento de las áreas protegidas y no protegidas con las que cuenta el país”, aseguró Pérez Guardia.
Actores clave dentro de Plan Colmena aspecto ambiental : Secretaría Técnica del Gabinete Social, Direcciones nacionales de Cultura Ambiental, Seguridad Hídrica y Forestal, Direcciones regionales, Comunidades, Gobiernos Locales, Universidades y Centros educativos.
Fuente: MiAmbiente