El tramo de Bandaling de la Gran Muralla china, a unos 70 kilómetros de Pekín, es el más popular y visitado por los turistas y reabrió el pasado 24 de marzo tras dos meses cerrado debido a la pandemia del coronavirus. Y, ese mismo día, un turista fue cazado cometiendo un acto vandálico, llave en mano, en el monumento, emblema del país asiático.

La noticia, captada por una de las cámaras que se suceden a lo largo de la Gran Muralla, se volvió rápidamente viral, según recoge la CNN, medio que refleja, también, cómo el hashtag #八达岭长城恢复开放首日被刻字 (la traducción sería algo así como “Gran Muralla destrozada el primer día que reabrió”) se convirtió en tendencia en Weibo, la plataforma de redes sociales más popular de China.

“¿Cómo es posible que se sucedan comportamientos tan incivilizados repetidamente?”, preguntó el usuario de Weibo Wuhan Luyoujia. “Creo que estas personas deberían ser arrestadas y encerradas durante cinco días para que aprendan la lección”, remató el mismo ciudadano en uno de los muchos chats que recogió la plataforma.

Como respuesta ante estos actos vandálicos, la Oficina de la Gran Muralla, responsable de los asuntos administrativos y públicos dentro de la zona turística de Badaling, ha implementado una serie de nuevas medidas disciplinarias que se pusieron en marcha el pasado 6 de abril. Según publicó esta Oficina en su cuenta oficial de Weibo, se impondrán “sanciones administrativas a siete tipos de vandalismo”, entre ellos el que trate de desfigurar la Muralla.

Una lista negra de turistas

Además, los turistas vandálicos pasarán a formar parte de una “lista negra” que, además, se dará a conocer regularmente para “aumentar la conciencia y que la opinión pública ejerza presión” sobre ellos. La Oficina de la Gran Muralla estudia también la posibilidad de que los posibles delincuentes se enfrenten a restricciones al intentar comprar entradas online en el futuro, aunque no se especifica de qué tipo.

Por su parte, la Oficina de Información del Gobierno Municipal de Beijing dijo que el condado de Yanqing está considerando prohibir el ingreso de aquellos turistas que estén en la mencionada “lista negra” a otras atracciones turísticas del distrito. Además, si han cometido un delito penal, los infractores serán entregados a la Policía.

Tanto los internautas como los medios de comunicación chinos acogieron con entusiasmo el anuncio de estas nuevas restricciones y medidas, que buscan preservar la Gran Muralla.

Fuente: ABC