MADRID, (EUROPA PRESS) –
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas ha alertado este miércoles de que la muy difícil situación en la que quedan más de 2,9 millones de personas en las regiones áridas de Kenia después de la fuerte sequía ha provocado que algunos menores de edad hayan sido forzados a dejar la escuela o a contraer matrimonio para ayudar a la supervivencia de sus familias.
Después de tres temporadas consecutivas con esas escasas precipitaciones en la región de tierras áridas y semiáridas (ASAL) de Kenia, se ha agotado la capacidad de supervivencia de casi 2,4 millones de personas, que han perdido sus cultivos y cabezas de ganado.
La OCHA ha denunciado que se han registrado episodios de trabajo y matrimonio infantil y abandono escolar en varias áreas de los condados costeros de Kilifi, Kwale, así como en otros lugares cercanos al río Tana, en un intento por ayudar a sus familias a sobrevivir.
Se trata de la peor sequía registrada en algunas áreas de la costa y el sureste de Kenia desde 1981. La situación ha alcanzado tal magnitud que alrededor de 368.000 personas están en situación de hambre extrema y hay más de 523.000 niños menores de cinco años que necesitan tratamiento urgente por desnutrición aguda.
“Las fuentes de agua tanto para las personas como para el ganado se han secado, lo que obliga a las familias a caminar distancias más largas y genera tensiones entre las comunidades, provocando un aumento de los conflictos entre comunidades”, cuenta la OCHA en un último informe sobre la situación.
“A medida que continúa la sequía, aumentan las necesidades humanitarias y se debe hacer mucho más para ayudar a las personas afectadas por la sequía en Kenia”, reclama esta oficina de Naciones Unidas, que por el momento, en colaboración con otras organizaciones no gubernamentales y la Cruz Roja de Kenia, han logrado llevar ayuda humanitaria a unas 812.000 personas en la región de ASAL.
No obstante, Naciones Unidas ha lamentado que hasta ahora el fondo internacional abierto para intentar solucionar esta crisis está “extremadamente” por debajo de la financiación prevista, con menos del 20 por ciento de los 139,5 millones de dólares (123,8 millones de euros) que se necesitan.
“Se necesitan más fondos para garantizar que los trabajadores humanitarios puedan ampliar su capacidad de respuesta y llegar a las personas cuyas vidas están amenazadas por la tercera sequía en menos de cinco años”, reclama la ONU.
Fuente: EUROPA PRESS